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La inversión de PDVSA en el año
2010, correspondió a 20 mil 549 millones de dólares en el área de Desarrollo
Social a través de obras y servicios en
infraestructura, vialidad, actividades agrícolas, producción, salud, educación
y otros rubros. Gran parte de este monto 19 mil 215 millones de dólares se
destinaron a las Misiones y otros programas sociales, mientras que 1.334
millones se colocaron en el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) para obras y
proyectos de infraestructura. Toda esta
inversión forma parte del Plan Siembra Petrolera que establece los lineamientos
estratégicos y directrices para el desarrollo petrolero y gasífero nacional. En
esta visión el Desarrollo Social está orientado a cooperar con los entes y
organismos nacionales, regionales y locales en la construcción del Socialismo
Bolivariano, enmarcado en la consolidación de una nueva estructura social justa
e incluyente. Existe un fuerte componente ideológico que se
aprecia en los aportes de PDVSA para el desarrollo social del país, que
abarcan, a grandes rasgos, apoyo a las Misiones, Programas Sociales y Planes de
Inversión Social. Según el Balance de la
Gestión Social y Ambiental 2010, muchos de estos aportes se realizan a través
de fideicomisos con instituciones financieras gubernamentales, con el aporte
proveniente del fondo de Empresas de Propiedad Social (EPS), el Fondo Especial
para el Poder Popular (FOPO), el Fondo Independencia 200, el Fondo Siembra, el
Fondo Social Che, el Fondo Petrobonos, Fondo Simón Bolívar de reconstrucción
Integral; además de las contribuciones al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN)
y al Fondo para el Desarrollo Económico y Social del País (FONDESPA). Además, desde
el año 2006, PDVSA y todas sus filiales destinan 10% del monto de sus
inversiones en obras y proyectos petroleros al área de Desarrollo Social en los
renglones de educación, vialidad, salud,
infraestructura de servicios y economía social, como una manera de contribuir a
la transformación social de las comunidades situadas en las áreas de influencia
de la petrolera.
Existen una
serie de dificultades que se plantean y que además afectan las inversiones de
PDVSA como lo son: restricción en inversiones, inversiones que no están
dirigidas a la productividad de la empresa, reorientar las inversiones que en
la actualidad no están relacionadas con la empresa como las misiones, disminución
de la producción por falta de inversión (taladros, equipos, maquinaria). El
principal objetivo de dicho análisis es el de investigar la evolución de las
inversiones en la empresa PDVSA con el objeto de examinar el desempeño del
sector productivo; a su vez, identificar las inversiones en el área tecnológica
en el periodo 2000-2012, examinar las inversiones no productivas en el caso de
las misiones, examinar el incremento de la deuda de PDVSA debido a las
inversiones en tecnología, analizar la problemática de la baja productividad
con la falta de inversión.
Fundamentando
el primer objetivo referido a las inversiones en el área tecnológica en el
periodo 2000-2012, entonces se puede decir que en Venezuela las inversiones en
el área tecnológica se realizaron mediante la LOCTI; siguiendo los debidos lineamientos expresados en la Ley Orgánica de
Ciencia, Tecnología e Innovación, la cual establece la obligatoriedad de las
empresas dedicadas a la explotación de hidrocarburos de promover y estimular la
investigación científica, la apropiación social del conocimiento y la
transferencia e innovación tecnológica. PDVSA realiza un cuantioso aporte, que
en 2010 se materializó en 2 mil 57 millones de dólares. La mayor parte de esta
contribución se dedicó a inversión en proyectos de investigación, utilización
de nuevas tecnologías para incrementar la calidad productiva de las empresas,
sustitución de materias primas, así como al financiamiento de becas de estudio
a nivel técnico, de mejoramiento, capacitación, actualización y postgrado para
el personal que labora en la empresa o en otras empresas nacionales.
En cuanto al
segundo objetivo las inversiones no productivas en el caso de las misiones. En
el caso del apoyo millonario a las misiones, se debe comprender que en las
diferentes Misiones Sociales, se invirtieron el 2010 una cifra de 5 mil 63
millones de dólares. La Misión Ribas, programa educativo dirigido a quienes no
han podido culminar sus estudios de bachillerato, recibió una asignación de
2.426 millones de dólares. El Balance de
la Gestión Social y Ambiental 2010 de PDVSA informa también sobre la creación
de la Misión Ribas Integral y los Programas Ribas Técnica y Ribas Productiva, a
fin de apoyar a los venezolanos para que se inicien en una actividad productiva
que les permita mejorar su calidad de vida y los integre en un trabajo
organizado en pro de las comunidades. Como parte de la Misión Alimentación,
orientada al mercadeo y comercialización de productos alimenticios y de primera necesidad para abastecer a la
población de escasos recursos, en 2010 se ejecutó una expansión con un Plan
Global de Compras dirigido a 1.199 puntos de distribución, beneficiando a 911
mil personas en situación de pobreza extrema atendidas en Casas de Alimentación
y 645 mil incluidas en el Programa Suplemento Nutricional. Por otra parte, los
programas de salud de la Misión Barrio Adentro I, II, III y IV tuvieron una
inversión de 650 millones de dólares. Estos programas comprenden atención
primaria, recuperación de centros ambulatorios, construcción de clínicas
populares y centros de diagnóstico integral, adecuación de infraestructura y
equipamiento tecnológico de los hospitales públicos, así como la edificación de
nuevos hospitales altamente especializados. En la Misión Sucre se invirtieron
156 millones de dólares en 2010 con el propósito de garantizar el acceso a la
educación universitaria a estudiantes sin cupo y proporcionar la
infraestructura adecuada para las instituciones educativas del programa. Los aportes a la Misión Vivienda ascendieron
en el 2010 a 5 mil 251 millones de
dólares, dedicados a la dotación de tierras, servicios básicos, construcción de
viviendas y urbanismo, además de servicios sociales para la población. Mención
aparte merece la creación del Plan Especial y de Emergencia de Viviendas
Caracas 2011-2012, por medio del cual se planean construir 12.775 nuevas
viviendas para las personas que viven actualmente en zonas consideradas de alto
riesgo. Dos mil 115 millones de dólares se destinaron en 2010 a la Misión
Revolución Energética, la cual promueve el uso racional de la energía. Según el
Balance de la Gestión Social y Ambiental de PDVSA, en 2010 se otorgaron
recursos financieros para la ejecución de proyectos que permitirán incrementar
la capacidad de generación térmica en el Sistema Eléctrico Nacional,
contribuyendo a disminuir la extrema dependencia del sistema de generación
hidroeléctrica, mejorar la capacidad de transmisión y distribución y dar
cumplimiento al programa de Sustitución de Bombillos. Adicionalmente, el Plan
de Emergencia Eléctrica de PDVSA se orienta a la instalación de 3150 MW de
generación eléctrica y recibió en año pasado una inversión de 3 mil 445
millones de dólares. Otro proyecto
importante, como el de Autogas, con una inversión de 201 millones de dólares,
tiene como objetivo impulsar el mercado interno del gas natural vehicular y el
gas licuado de petróleo, como combustibles alternos. PDVSA también aporta
regularmente recursos a otras misiones: Misión Milagro, Misión Música, Misión
Identidad, Misión Ciencia, Misión Robinson, Misión Árbol, Misión Guaicaipuro y
a los Núcleos de Desarrollo Endógeno. En cuanto a aportes a las comunidades,
PDVSA registra importantes contribuciones a diversas obras y eventos, como la
Feria Internacional de Turismo (FITVEN); el Proyecto Buque Leander, en el
Parque Generalísimo Francisco de Miranda, en Caracas; la Planta de Lácteos
Machiques; el Parque Ecoturístico Río Apure; la Adquisición de Refractarios
Orinoco; atención médica y dotación de materiales y equipos en el sector salud,
así como apoyo institucional a diferentes iniciativas de desarrollo.
El tercer
objetivo está representado por el incremento de la deuda de PDVSA debido a las
inversiones en tecnología. La deuda contraída en bolívares es parte del
financiamiento monetario del déficit fiscal. Sin embargo, acude a préstamos con
China porque implican costos financieros manejables. Mucho se ha debatido sobre
la situación financiera de Petróleos de Venezuela. Mientras el Gobierno insiste
en que se trata de una empresa sólida,
con un flujo de caja robusto y con espacio financiero para crecer,
analistas independientes insisten en que su situación exactamente es la
contraria. Para el director de Econométrica, Ángel García Banchs, PDVSA puede
seguir endeudándose emitiendo papeles en dólares. La cuestión es si esto es
conveniente. Para el analista los bancos de inversión están ansiosos por la presencia
de emisores como PDVSA, cuya capacidad de pago está fuera de toda duda, pero
que son castigados por el modelo de calificación de riesgo que opera en el
sistema financiero internacional. La explicación para este fenómeno es que
tanto la Reserva Federal de Estados Unidos como el Banco Central Europeo han
recibido enormes flujos de liquidez, en un contexto de bajísimas tasas de
interés, lo que incrementa los flujos de recursos hacia los mercados de
capital. De esta manera los banqueros de inversión están buscando títulos de
países emergentes, cuyas economías están creciendo sostenidamente, y de
empresas de alto riesgo, pero con capacidad de pago, como las petroleras. Sin
embargo, García Banchs advierte que esta mano suelta de los mercados financieros
para comprar deuda podría cerrarse en 2015, cuando se estima que comenzarán a
subir las tasas de interés a escala global. Este incremento de tasas
significaría una severa restricción del crédito para emisores de riesgo
elevados. Las autoridades han caído en cuenta de que entre 2013 y 2017 no van a
poder seguir endeudándose como hasta ahora, por eso se están preocupando por el
calendario de pagos, que es muy duro. Por tal razón están recortando el ritmo
de endeudamiento. Según el analista, Pedro Luis Rodríguez, profesor y
coordinador académico del centro internacional de energía y ambiente del IESA,
PDVSA está buscando mecanismos de endeudamiento menos onerosos que las
emisiones de deuda. Esta es la razón por la que se ha acudido a los préstamos
con China, o a los acuerdos con Schlumberger, Chervon y Rosneft, que implican
costos financieros más manejables. Lo concreto es que todos estos pasivos suman
$9.000 millones, y están dirigidos específicamente a proyectos de inversión. García
Banchs estima que podrían emitirse hasta $7.000 millones más este año, de los cuales unos $3.000 millones irían al
repago del PDVSA 2013 y del bono Global 2013. En la deuda interna se pude
observar que otro frente de preocupación y, es el incremento de sus pasivos en
bolívares. Según el ex presidente de la
Academia de Ciencias Económicas, Pedro Palma, la petrolera estatal debe al
Banco BCV más de Bs. 182.874 millones, lo que en dólares equivale a casi
$30.000 millones. De por sí la cifra es preocupante, pero lo que debe llamar a
reflexión es la rapidez con la que han aumentado los pasivos. De hecho, en los
primeros 5 meses del año las acreencias de la petrolera con el BCV aumentaron
más de Bs. 22.000 millones. Esta situación no solo demuestra la fragilidad
financiera de la industria petrolera, sino que es un peligroso mecanismo de
financiamiento monetario del déficit fiscal, ya que PDVSA no es la única
empresa del Estado que recurre a las arcas del instituto emisor para pedir
prestado. La estrategia financiera alrededor de PDVSA ya no es sostenible, está
claro que la empresa no puede seguir endeudándose para pagar sus compromisos
con el fisco y financiar gasto social, porque esta conducta la llevaría a una
situación grave de insolvencia. Lo responsable es hacer los ajustes económicos
que se tienen que hacer, porque si bien es cierto que es correcto evitar que
PDVSA se endeude más, también es correcto que se tomen las medidas necesarias
para evitar la
escasez de divisas y de productos básicos. En este punto
conviene citar a Pedro Palma, quien señala que de acuerdo con el último reporte
del BCV las reservas líquidas del país son inferiores a $2.000 millones. Todos
estos datos nos llevan a reflexiones como por ejemplo PDVSA y el gobierno
deberá hacer un gran ajuste en la forma de manejarse dado que de mantenerse
este ritmo deficiente lo que se conseguirá será un gran desequilibrio
económico-social dado la gran participación de PDVSA en la economía nacional.
Por último y
no por ello de menor importancia la problemática de la baja productividad con
la falta de inversión. En 2005 PDVSA publicó su Plan Estratégico 2005-2030, en
el cual se incluían las principales metas para 2012. Estas metas eran, según la
publicación: 5.400.000 barriles diarios
de producción en 2012; 1.200.000 barriles diarios de producción en la Faja del
Orinoco en 2012, inversión de $16.500 millones en Refinación y la duplicación
de la refinación en Venezuela, para llevarla a 2 millones de barriles al día en
2012, y la Integración regional y la diversificación de los mercados. El Plan Estratégico, cuyas metas se resumen
arriba, ha fracasado estrepitosamente en todos los renglones. En varias
oportunidades el jefe de estado hablo de cuantificar reservas mediante un Plan
de exploración durante los próximos años. Esa cuantificación en base a nuevos
pozos no se ha efectuado. En su lugar, PDVSA simplemente ha decidido usar un
factor de recobro para los crudos pesados de la Faja del Orinoco que es el
doble de lo generalmente aceptado. Y ello lo ha hecho porque le ha salido del
paltó, en un ejercicio fraudulento que viola todas las reglas internacionales
sobre la definición de reservas probadas.
Según compromisos hechos por el mismo jefe de estado el bloque de la
Faja sería dado a las empresas latinoamericanas de Colombia, Ecuador, Bolivia,
etc. Lo que si se ha hecho es convertir a la Faja en una torre de Babel donde
se entienden de manera caótica unas 36 empresas de diferentes países, mientras
más socialistas mejor: China, Rusia, Vietnam, Cuba, Bielorrusia, Uruguay,
Argentina, Irán, pare usted de contar. Como resultado, la meta de duplicar la
producción petrolera de la Faja en 2012, para llevarla a 1.200.000 barriles
diarios se ha venido abajo, ya que la producción actual es hasta menor que la
de hace cinco años. Se Hablaba de doblar la capacidad de refinación nacional
para 2012. Para ello, se planeó construir tres refinerías nuevas: una en
Barinas, una en Caripito y la estrella en Cabruta, en el estado Guarico, para
llevar la capacidad de refinación a 2 millones de barriles diarios. Ni una sola
de esas refinerías ha sido construida. Peor aún, la capacidad de refinación de
PDVSA ha disminuido debido a la venta de cuatro refinerías en el exterior y de
los problemas derivados de la falta de mantenimiento en Curazao, en Paraguaná y
en El Palito. La refinería de Curazao, por ejemplo, permaneció largos meses sin
refinar. Nuestras refinerías están operando a un 75 por ciento de su capacidad,
algo nunca visto antes. En 2005 se
hablaba de la diversificación de nuestros mercados. Hoy en día lo que tenemos
es una entrega de petróleo subsidiado a Cuba, a Bolivia, a Bielorusia, a
Argentina y a El Salvador, así como una hipoteca de nuestro petróleo de la Faja
a China, para pagar por préstamos ya parcialmente gastados, El único petróleo
que todavía nos pagan debidamente es el que va a USA.
En conclusión ya sabemos que la
productividad en PDVSA esta en decrecimiento mientras aumenta la nómina. El de
la nómina se ha incrementado
sostenidamente, al tiempo que la producción petrolera se ha estancado.
Esta situación ha afectado la productividad de la industria estatal en la relación entre el
número de trabajadores y el volumen de la extracción de barriles de crudo. Y
esta circunstancia podría acentuarse si se materializa el alza en el número de
trabajadores por los efectos de la nueva Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y Trabajadoras (LOTT), sin que ello se traduzca en un alza
considerable de la producción petrolera. Para el año 2009, la producción
promedio de petróleo de PDVSA se situó en dos millones 975 mil barriles
diarios, mientras que en materia de Gas Natural, se totalizaron 6 mil 961
millones de pies cúbicos por día. En cuanto al área de refinación, se
procesaron un millón 13 mil barriles diarios de petróleo. De acuerdo a las
cifras oficiales de la compañía, el total de las exportaciones de petróleo y
productos de Venezuela para el año 2010 ascendió a 2 millones 415 mil barriles
diarios, de los cuales 1 millón 911 mil barriles diarios corresponden a
petróleo, y 504 mil barriles diarios a productos refinados. Estos resultados,
luego de las deducciones correspondientes al Impuesto sobre la Renta y otras
operaciones, permitieron una ganancia integral consolidada por el orden de los
3.202 millones de dólares. Durante el mismo período, Venezuela se ubicó como el
primer país del mundo con las mayores reservas probadas de petróleo, con 296
mil 501 millones de barriles de petróleo de reservas probadas, mientras que
PDVSA se posiciona como la cuarta empresa petrolera más grande del mundo.
PDVSA tiene Compromisos por
cumplir, y deberá afrontar las nuevas
disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las
Trabajadoras referentes a la eliminación de la tercerización, lo que podría
aumentar aún más el volumen de la nómina. Aunque no se haya precisado una cifra
exacta, fuentes sindicales del sector petrolero calcularon que la estatal
tendría que absorber hasta 30 mil trabajadores en los 18 estados con actividad
en hidrocarburos para cumplir con las condiciones de la nueva legislación. Es
importante no dejar de mencionar Citgo
con los pobres de USA. En los Estados Unidos, a través de Citgo, PDVSA
contribuye a mejorar la calidad de vida de más de 630 mil personas de escasos
recursos, invirtiendo para ello 93 millones 960 mil 604 dólares. El aporte de Citgo cubre diversos programas
de ayuda humanitaria en salud, educación, deporte, cultura, conservación
ambiental y desarrollo cívico-ciudadano. La mayor inversión es de más de 57
millones de dólares, para el año 2011 la constituye el Programa de Combustible
para Calefacción Venezuela Citgo, el cual ofrece combustible para calefacción
con descuento a familias pobres en 25 estados y el Distrito de Columbia. De
acuerdo al Balance de la empresa, el programa cubre más de 156 mil hogares. Los
beneficiarios incluyen a los miembros de aproximadamente 252 tribus indígenas estadounidenses y
residentes de 234 refugios para indigentes.
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