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viernes, 23 de diciembre de 2016

“EL SUJETO DE LA ACTIVIDAD FINANCIERA. ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA POLÍTICA FISCAL”


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La necesidad de un análisis del estado en la teoría de la hacienda pública se refiere al estudio de la actividad económica del Estado sobre todo  a través de unos programas de gasto y regulación de la economía. El objeto es el Estado y el contenido es el estudio del sector público. La metodología se hace fundamentalmente utilizando la teoría económica de la microeconomía. 

El planteamiento restringido del campo de estudio de la hacienda pública no es muy acertado por cuatro razones:

1. Rompe con la línea de los pensadores clásicos que no desestimaron le consideración conjunta de factores sociales económicamente relevantes, de carácter económico y político.

2. Rompe con la distinción de factores económicos y políticos, resultando un análisis económico y hacendístico en gran parte artificial.

3. En las últimas décadas el pensamiento económico mas ortodoxo, se ha manifestado  en la economía moderna con técnicas analíticas valiosas en el comportamiento humano y de fenómenos sociales que no acontecen necesariamente en el mercado y la hacienda publica.

4. La hacienda publica deja fuera de su campo de estudio temas políticos fundamentales que ayudarían a entender la actividad financiera de los Estados modernos.

Con respecto a los distintos enfoques teóricos en torno al origen del estado observemos tres enfoques básicos:

1. Enfoque contractual puro: Habla de que el Estado surge a través del puro acuerdo voluntario entre los individuos, la cooperación se impone frente a la competencia como respuesta a ciertas necesidades que tienen una mejor solución mediante la acción colectiva.

2. Enfoque contractual mixto: Parte de la constatación de que hay una complementariedad entre el carácter voluntario y el elemento coercitivo del Estado. El elemento coercitivo de la actividad pública supone un mecanismo necesario de control de las actividades individuales para que éstas se ajusten al “contrato social” producto del acuerdo colectivo. Esto es, el Estado hace viable una acción colectiva que de otro modo difícilmente existiría. La justificación de este elemento coercitivo tiene que ver con la naturaleza de los bienes públicos que obliga a que la financiación de su producción se realice a través de medios con capacidad de recaudación coactiva (los impuestos). 

3. Enfoque coacción: Es el factor fundamental que sustenta y da origen al Estado. En su origen, es la idea de la razón de Estado como instrumento necesario e imprescindible para contener la violencia innata de los seres humanos y su tendencia a anarquía. Modernamente, y bajo la óptica crítica del liberalismo extremo, corresponde a la idea del estado depredador, del Estado Leviatán de voracidad ilimitada que es pasto de los grupos de interés que utilizan el poder coercitivo público en su propio beneficio.

En la aplicación del análisis económico a la teoría del Estado, metodología individualista conlleva la aplicación de la hipótesis del “homo economicus” en la construcción de los modelos explicativos de los fenómenos económicos y sociales. Esta hipótesis supone que los sujetos se comportan siempre racionalmente adoptando aquellas decisiones que hacen máxima su utilidad o bienestar. En el ámbito de la economía pública ello significa que los individuos que intervienen en la actividad financiera de los grupos políticos (políticos, funcionarios, grupos de presión, votantes) no obedecen a otro objetivo que el de su propio interés y que podemos explicar el elemento de cooperación característico de la idea de Estado en términos de este supuesto. Hay que observar que esta hipótesis no es una afirmación positiva, no queremos decir que todos los comportamientos individuales tienen necesariamente una explicación egoísta, sino que se trata de la hipótesis de comportamiento que es más consistente y con mayor capacidad explicativa respecto a otras alternativas. Es decir, nos permite construir modelos económicos con mayor facilidad, coherencia lógica, lo que favorece su formalización, y que mejor se adaptan a la realidad observada. La hipótesis del “homo economicus” es un supuesto sobre lo que preferimos, sobre nuestro conjunto de preferencias: preferimos aquello que maximiza nuestra utilidad individual. Es, en este sentido, una simplificación, un reduccionismo que proporciona un gran rendimiento analítico. Por tanto, ello no es propiamente el resultado de una investigación sobre la composición de nuestras preferencias y de cómo se han formado, puesto que corresponde a otras disciplinas como la sicología evolutiva y la sociobiología el ocuparse de este estudio. En los estados democráticos la forma de adoptar decisiones es mediante procesos de votación a través de los cuales se establece la agregación de indicadores colectivamente establecidos de las preferencias de los individuos, donde las reglas del juego son establecidas por la constitución.

Entre los principales problemas en los sistemas de votación destacan las mayorías cíclicas y el problema del intercambio de votos “logrolling”; el primero es donde la regla utilizada en la toma de decisiones de colectivo es la regla de la mayoría simple, donde la propuesta sometida a votación que recibe mayor numero de votos, independientemente de cual sea el porcentaje sobre el electorado total conseguido resulta ser la propuesta vencedora, lo cual puede generar decisiones inestables, el segundo se considera unidimensional ya que se plantea exclusivamente en torno a un tema o cuestión sobre la que el colectivo tenia que decidir, por lo cual podría adoptar decisiones ineficientes si nos referimos a una denominación presupuestaria.

La democracia representativa según las Constituciones “el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”, y se delega esa facultad de gobierno en tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. A su vez, la diversificación y cada vez mayor complejidad de los asuntos de gobierno demostraron que la aludida delegación no debía ser total, en el sentido de desentenderse completamente el ciudadano de la gestión a cargo de las autoridades. 

Los protagonistas fundamentales en los procesos de toma de decisiones sociales son: 

1. Los votantes: Es quien elige a sus representantes políticos y al gobierno de la nación por lo que indirectamente es responsable ultimo de las decisiones que ellos adopten.

2. Los políticos: Como representantes del pueblo ellos  se convierten en los más directos protagonistas de los procesos de toma de decisiones en los estados democráticos.

3. Los burócratas: Son instituciones que generalmente actúan como únicos oferentes de bienes o servicios y en general no se financian a través de precios recaudados en el mercado, es decir como auténticos monopolios de oferta.

4. Los grupos de presión: Son individuos o instituciones que unidos por un  mismo interés en común y actúan de forma mas abierta para influir en las decisiones políticas que les afectan.
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