Universidades.
Sabiendo que en Panamá para el año de 1977 inicio una recuperación que se había extendido hasta 1980 alcanzándose en el último tercio de la década un ritmo de crecimiento al observado en los primeros años del 70. Observando rápidamente ese antecedente que conlleva a los efectos en el siguiente periodo el cual se encuentra en estudio se puede notar que uno de los elementos que influyo notablemente en el funcionamiento de la economía nacional fue el impacto del ciclo económico mundial en los primeros años de la década una serie de acontecimientos operados en el plano internacional como fueron las acciones unilaterales de los Estados Unidos de América respecto a acuerdos monetarios internacionales de no obligarse a la convertibilidad del dólar al oro; la acción efectivamente concertada de los países exportadores de petróleo por conducto de la OPEP, con elevados precios de hidrocarburos y cambios mundiales de dirección de flujos financieros, contribuyeron, junto a factores vinculados al orden económicos internacional imperante, a una crisis económica internacional caracterizada por una prolongada inflación en recesión. Los efectos de esos fenómenos influyeron directamente en la economía panameña cuya estructura requiere, en alto grado, de componentes de origen externo. Durante la primera mitad de la década del setenta, el componente externo del consumo nacional fue de aproximadamente un 37%, elevándose en la segunda mitad esa relación al 40%, situándose en conjunto más del 80% de la economía nacional con vínculos con el comercio internacional. Esta característica de la economía panameña no pudo evitar entonces, importar parte del problema económico mundial. El aumento de los precios registrados en los países desarrollados se trasladó a Panamá con gran facilidad, dado el nivel de apertura de su economía. La recesión en los países ricos ocasionó una menor demanda de nuestras exportaciones, lo cual se tradujo en el desmejoramiento de nuestros balances de pagos, del monto de ingreso nacional per cápita, la capacidad de consumo y las posibilidades de inversión.
La Asamblea de Representantes aprobó la Ley 81, mediante la cual se legalizaba la actuación de los partidos políticos, y se convocaba a elecciones presidenciales para 1984, medida que estuvo acompañada por una previa amnistía que permitió el retorno al país de los exiliados políticos; de esta forma se anunció la creación del partido del Proceso Revolucionario, que se llamaría el Partido revolucionario Democrático, de orientación socialdemócrata. En términos generales, el plan de democratización a la panameña se vio forzado por la realidad a cambios sustanciales, ya que siempre subsistió una línea de continuidad en el mismo durante toda la década de 1980, puso de manifiesto que las masas populares repudiaban masivamente al régimen y con sus luchas desquiciaron el plan.
Es importante señalar que a fines de 1980 y principios de 1981 se produjeron grandes movilizaciones de los estudiantes y profesores universitarios, debido a el proceso de reformas democratizadoras que llegaron a la Universidad de Panamá, la cual había perdido su autonomía a partir del golpe de estado de 1968; las reivindicaciones democráticas universitarias se centraron en la lucha por la derogación del Decreto 144, que regía a la Universidad de Panamá desde 1969, y el debate en torno a la Ley que debía reemplazarlo. Al igual que en la vida nacional, el gobierno y la Rectoría promovieron reformas a la ley universitaria que tenían el objetivo de hacer concesiones democráticas limitadas, que dieran una fachada de autonomía, pero que aseguraran el control de la misma por parte de los sectores políticos del régimen. Las masivas movilizaciones estudiantiles, muchas de las cuales terminaron en confrontaciones con la policía, permitieron alcanzar algunas conquistas que el gobierno al principio no pensaba ceder, aunque la propuesta presentada por los estamentos universitarios ante la Asamblea Legislativa fue modificada por este órgano estatal en varios puntos importantes. Finalmente este proceso de luchas llevo a los estudiantes universitarios a una ruptura con el régimen militar, al igual que antes había sucedido con los docentes; aunque esta vez, fueron los partidos empresariales quienes capitalizaron el proceso, sino los grupos políticos de extrema izquierda, nucleadas en la Coordinadora Estudiantil Universitaria.
Tras la muerte del General Omar Torrijos el 31 de Julio de 1981 en un inesperado accidente de aviación en la provincia de Coclé, coincide con una coyuntura de cambio y readecuación en la política de Estados Unidos hacia Centroamérica y el régimen Panameño, esto sucede debido a que Torrijos muere durante el primer año de gobierno de Ronald Reagan, el cual lanzo una contraofensiva política y militar para recuperar el espacio perdido en Centroamérica. Ya Reagan no desecha no desecha la estrategia de reacción democrática de Carter, de negociación y dialogo, pero la acompaña de medidas de fuerza, como la creación de la “Contra” en Nicaragua; de manera que la muerte de Torrijos, ya fuera accidental o producto de un asesinato, coincidió con una nueva situación en Panamá y Centroamérica.
A menos de un año después de la muerte del presidente Torrijos, salto la crisis de la deuda externa latinoamericana, la agudización de la crisis económica dejo menos espacio para dar concesiones a las masas, y para los acuerdos negociados; ya que la principal característica de Torrijos fue su capacidad de árbitro o medidor de los conflictos de clases, cada vez tenía menos espacio, porque no podía ofrecer nada a las masas. La crisis económica creciente, forzaba a las clases dominantes a arrebatar más agresivamente las conquistas del movimiento de masas. A continuación reino una aparente calma y continuidad en la Guardia Nacional y en el gobierno, la cual precedería al torbellino de cambios y acontecimientos políticos que sobrevendrían al año siguiente; el Teniente Coronel Florencio Flores, como el oficial de mayor rango y antigüedad, sucedió asumió la Comandancia de la Guardia Nacional.
En marzo de 1982 se produjo la primera crisis en la jubilación forzada del Comandante Flores y de los Tenientes Coroneles Araúz y Bellido, acompañada de una modificación completa de las responsabilidades que ejercían los oficiales del Estado Mayor. Desde la muerte de Torrijos hasta las elecciones de 1984 se sucedieron 3 comandantes en Jefes de la Guardia Nacional, y tres presidentes de la Republica (Royo, De La Espriella e Illueca), en un breve lapso de 3 años, pero en seis años se sucedieron 3 Comandantes en jefe de la Guardia Nacional y 6 presidentes de la Republica, lo que muestra el grado de inestabilidad y crisis política reinante y como resultado el incumplimiento de la aplicación de las políticas económicas proyectadas en el plan de la nación de dicho periodo, esta inestabilidad política fue producida no solo por la lucha intestina por el poder político, sino que fue estimulada por la vertiginosa crisis económica y el acceso de luchas obreras y populares que enfrentaron las medidas fondo monetaristas adoptadas por esos sucesivos gobiernos, contribuyendo de manera directa la acción de las masas a la crisis de dichos gobiernos.
El 30 de marzo de 1983 se emitió por decreto la Reforma Constitucional que daba continuidad al régimen, produciendo de esta forma una nueva coyuntura critica, cuando el general Paredes se acogió a la jubilación con el acuerdo formal, a partir de este momento se inicia la fase norieguista del régimen militar, la más crítica y que culminaría seis años después con la invasión norteamericana; ya que con Noriega hay un nuevo replanteamiento de las formas y objetivos del “proceso democratizador”. Finalmente existen algunas particularidades y efectos negativos en la economía Panameña que se podrían resaltar como los más importantes: El hecho de que el principal recurso natural del país, el Canal de Panamá, sea usufructuado por una potencia extranjera, impidiendo la obtención de las divisas necesarias para financiar el desarrollo nacional, manteniéndose así después de la firma de los Tratados Torrijos-Carter, pues si bien la entrada en vigencia de ellos aumento en trescientos millones de dólares anuales los ingresos percibidos por el estado panameño, siendo esta cifra pequeña. Además que no se logró la plena incorporación del área adyacente a la economía panameña. El Canal reafirma otra deformación estructural de la economía panameña, consistente en el híper desarrollo del sector terciario (comercio y servicio) a costa del agro y la industria; el sobre desarrollo del sector terciario incide en nuestra economía poniéndola al servicio de las necesidades del comercio mundial, y no al desarrollo nacional, lo que genera un débil mercado interno y relaciones e intercambio desiguales. La carencia de moneda propia aumenta la dependencia financiera del país respecto a Estados Unidos, exponiéndole vaivenes de la economía; el dólar también encarece las exportaciones, por lo que refuerza la debilidad del sector industrial y agrícola. La deficiente política tributaria y el persistente “club exonerado” que junto a la evasión fiscal (contrabando) debilita las finanzas públicas.
La recesión global de los años 80 en Venezuela causó el colapso de los precios petroleros. Los ingresos de Venezuela por las exportaciones petroleras cayeron dramáticamente, dejando al gobierno con pocos medios para pagar las fuertes deudas contraídas en bancos extranjeros para financiar las importaciones de los años 70. El PIB descendió y la economía se volvió débil e inestable. La exagerada importancia que se puso en el petróleo como fuente de ingresos hizo que otros sectores de la economía venezolana fueran ignorados, como la industria, la pesca y la agricultura. Fundamental esta última para solventar las crisis internas de un país. La agricultura nunca ha sido particularmente importante, ya que sólo el cuatro por ciento del área total es asignada a este rubro, de la cual un tercio permanece sin cultivar. Al respecto se dice también que "aunque la agricultura emplea a casi el 12 por ciento de la fuerza laboral, Venezuela no es autosuficiente e importa la mayoría de sus alimentos. Los principales cultivos incluyen bananas, maíz, caña de azúcar, café, cacao y tabaco". En cuanto a los rubros industriales, Venezuela no cambia su fisonomía en mucho. Dentro de ella existen grandes cantidades de hierro, diamantes, carbón, bauxita y oro; no obstante la mayor extracción de éstos lo realizan empresas que negociaron su estancia con la mínima cantidad de impuestos y grandes ganancias Como suele ocurrir con la mayoría de los países latinoamericanos las vetas mineras desde la Conquista se vienen sucediendo para intereses ajenos al lugar de donde se extraen.
En 1982, Venezuela ingresa al grupo Contadora en donde se intentan aportar soluciones pacíficas a los problemas de América Central. Durante este gobierno se implementan medidas económicas que conllevan a una gran devaluación que origina un aumento vertiginoso de la inflación e, incluso, provoca al cierre de instituciones bancarias. En las elecciones de 1983 sale electo Jaime Lusinchi, quien enfrentó durante su gobierno una serie de protestas populares ante las políticas económicas que fueron implementadas, las cuales además conllevaron a la suspensión del pago de la deuda externa. El interés por restablecer el orden que beneficiaba a los empresarios estadounidenses trajo consigo la obstaculización de las reformas que se interrumpieron desde el derrocamiento de la Junta Revolucionaria en 1948. Ahora el medio no era imponer un régimen dictatorial sino desestabilizar económicamente a los nuevos gobiernos. En 1982, el ingreso petrolero alcanzó el tope. Con ganancias de US$19.3 billones, consistían en más del 95 por ciento del total de exportaciones del país.
El Gobierno de Luis Herrera Campins, tuvo como meta controlar la deuda acumulada por la anterior administración, ya que se encontró con una disminución de las Reservas Internacionales así como con un crecimiento acelerado de las importaciones. Ante la caída de los ingresos petroleros, el gobierno se vio en la necesidad de solicitar préstamos a tasas elevadas con el fin de financiar los gastos industriales y sociales. La administración de Herrera logró estabilizar la inflación revirtiendo las políticas iniciales y restableciendo el control de precios. Los objetivos nacionales más representativos de las políticas económicas que enmarcaron este período los podemos analizar a partir de las siguientes acciones:
- DECRETOS LEGALES: Eliminación de subsidios al consumidor Y un nuevo esquema cambiario.
- PROGRAMAS: Se creó la Oficina dedicada a la aprobación de la solicitud de divisas (RECADI), se entró en moratoria de los pagos de la deuda, se establecieron tres tasas de tipo de cambio.
- RESULTADOS ECONOMICOS: Fuga de capitales, disminución del PIB e Incremento del Déficit.
Para recordar los acontecimientos de medidas económicas en 1979, podemos mencionar que en agosto se adoptó una política de competencia abierta o de precios competitivos, a fin de corregir las distorsiones en el sistema de precios controlados, la política de precios tiene por finalidad estimular e incrementar la producción de las empresas nacionales a fin de estimular la competencia interna y externa; El BCV fijo las tasas máximas de interés para las operaciones bancarias y las comisiones que pueden cobrar los bancos comerciales e hipotecarios sobre préstamos, así como las tasas máximas que pueden pagar los bancos por los certificados de depósitos y a plazos.
En 1980 se instrumenta un aumento de precios de los bienes y servicios sujetos a control por parte del Ejecutivo Nacional, aumento general de los salarios a partir del 1° de enero de Bs. 700 y Bs. 6.000. Se fijaron los procedimientos para la fijación de los precios de los productos farmacéuticos. Participación en el Programa de Estímulo a la Banca Hipotecaria y a la Construcción de Vivienda. Durante marzo y abril, el BCV incrementó las tasas correspondientes a los diversos instrumentos financieros y estableció encajes adicionales con el fin de desestimular las colocaciones e inversiones realizadas por la banca en el exterior. En noviembre el BCV procedió a modificar la estructura de las tasas de interés internas, con el propósito de prevenir el impacto negativo que a través de la operaciones de compra-venta de divisas tendría sobre la liquidez monetaria, dada la persistencia del alza en las tasa de interés en los mercados internacionales durante el período mayo-diciembre. El BCV y el Ejecutivo Nacional, dictaron un conjunto de medidas vinculadas a la actividad de los bancos e instituciones de crédito: Revisiones continúas en las condiciones de emisión de los depósitos a plazo, bonos quirografarios y certificados de ahorro. Establecimiento de un régimen de tasa de interés y comisiones ajustables, para determinados créditos con plazos mayores de 3 años que otorgue la banca hipotecaria, las sociedades financieras y el Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo (SNAP). Modificaciones a las normas del SNAP y la elevación de 8% a 10% de las tasas de interés nominal correspondiente a las prestaciones sociales de los trabajadores.
Para 1981 hasta finales de marzo se mantuvo vigente el mecanismo de fijación de tasas de interés, el cual era establecido por el BCV en función de las variaciones que registraban las tasas de interés en el mercado norteamericano y europeo. El 25 de agosto es sustituida la fijación de las tasas de interés por parte del BCV, por un sistema de tasas de interés flotante fijadas por el mercado financiero pero, susceptible de ser controladas indirectamente por las autoridades monetarias. Desaceleración en el crecimiento de la oferta de dinero, así como el encarecimiento del crédito a partir de septiembre al ponerse en práctica el sistema de tasas de interés flotantes. Se aumentó la tasa de redescuento a 14%.
En septiembre de 1982 se revaloriza el oro fijando un nuevo precio de US$ 300 la Onza Troy. Se celebra un Acuerdo Cambiario entre el Ministerio de Hacienda y el BCV: El 27 de septiembre, se acordó que todos los saldos en moneda extranjera en poder de las empresas del estado fueran transferidos al BCV. Las empresas del estado, tienen la obligación de venderles al BCV, la totalidad de las divisas originadas por las actividades que realicen al tipo de cambio de Bs. /US$ 4,2925. Se aplica la continuación de la política comercial implantada en 1979, la cual facilitaba la importación de bienes, reducción y/o eliminación del subsidio de algunos rubros como: Gasolina, servicios de transporte colectivo, tarifa del servicio telefónico y correos. Incremento del endeudamiento interno del Gobierno como consecuencia de la disminución de los ingresos petroleras, a través de otros entes públicos, así como la utilización de las Reservas de Tesorería y Traspaso al Fisco Nacional de parte de los recursos de la cuenta de Reserva Especial de Estabilización de Valores que efectuó el BCV. Aumento del precio de la gasolina, con el objetivo de cubrir a brecha originada por la contracción del ingreso fiscal petrolero. Emisión de Bonos de la Deuda Pública. Se consideró la defensa del sector externo como objetivos prioritarios de la política monetaria, adoptando tres medidas destinadas a la estabilidad cambiaria: Se acordó permitir a las instituciones financieras recibir depósitos en moneda extranjera de residentes, a la tasa de interés de mercado. Las instituciones de crédito deberían mantener un encaje equivalente al 40% de las operaciones activas en moneda nacional realizadas por los bancos en el exterior. Limitar cuantitativamente el acceso a las operaciones de redescuento y anticipo. Desestimular la demanda de divisas, para proteger la estabilidad del bolívar. La baja en la tasa de redescuento y anticipo y una flexibilización del monto de asistencia financiera fue de corte expansivo, el BCV acordó reducir la tasa de redescuento de 14% a 13% y flexibilizó el acceso a la asistencia financiera por la vía del redescuento y anticipo.
A partir del 28 de febrero de 1983, se concretó el diseño del nuevo régimen cambiario, el cual contemplaba 2 tipos fijos de cambio, se mantuvo el antiguo tipo de Bs./US$ 4,30 como tasa preferencial para una amplia gama de bienes y servicios calificados esenciales y una segunda a Bs./US$ 6,00 para las transacciones de bienes y servicios menos esenciales.(Para mayor información ver Boletín Mensual Diciembre 1983. Normativa Cambiaria). Al tipo de cambio preferencial de Bs./US$ 4,30, se le asignó la función de garantizar a los mismos precios el abastecimiento de bienes finales e intermedios requeridos para atender la demanda de consumo masivo. El tipo de cambio preferencial de Bs./US$ 6,00 estaba orientado a encarecer la divisa para desestimular relativamente la demanda de importaciones para minimizar las presiones sobre los precios internos. Se aplicaron varias medidas como: Adopción del tipo de cambio preferencial para la mayor parte de las importaciones, medida transitoria de congelación de precios de todos los bienes y servicios a los niveles vigentes, por un lapso de 60 días, entra en vigencia el Sistema de Precios Administrados, se dispone que solo el Ministerio de Fomento dictará las disposiciones que permitía el alza de precios ajustados a los aumentos en los costos de producción. Ajustes en el gasto, sobre la base de mantener los correspondientes pagos de sueldos y salarios, dejando los destinados a inversión y posponiendo la ejecución de algunos grandes proyectos. Compensación del decrecimiento de los ingresos petroleros, con los ingresos provenientes de las utilidades cambiarias. Mantenimiento del nivel de transferencia a los entes descentralizados, con el motivo de desfasar las alzas en los precios de los principales bienes y servicios públicos, para así impedir un mayor deterioro del ingreso real. Modificación del Convenio Cambiario, con la finalidad de atender la percepción de las utilidades cambiarias generadas en los primeros 25 días del último mes del año. A partir del 4 de Mayo se adoptaron otras medidas:
- Apertura gradual y sujeta a control de las operaciones de redescuento y anticipo, reduciéndose al mismo tiempo la tasa de interés cobrada por el BCV de 13% a 11% anual.
- Se mantuvo abierta la política de préstamos a aquellas instituciones que así lo requerían.
- Para el sector agrícola se estableció una tasa preferencial del 9% para aquellas operaciones de redescuento y/o anticipo garantizadas con documentos representativos de préstamos otorgados por la banca comercial a los sectores agrícolas, pesquero, y forestal.
- Se aprobó un programa especial para el sector construcción, de adquisición de cédulas hipotecarias al 8,5% anual por Bs. 2.100 millones, pertenecientes a la cartera de FONTUR.
- Según Resolución N° 1.896 del Ministerio de Hacienda aprobada el 1/12/83, en el mes de octubre se aprobó la solicitud de la banca hipotecaria para incrementar su capacidad de endeudamiento de 15 a 20 veces su capital pagado y reservas.
En el año de 1984 surgió la devaluación del Bolívar en promedio del 41% para las mercancías y servicios no financieros importados, a la nueva tasa de paridad de Bs./US$ 7,50, manteniendo la tasa preferencial de Bs./US$ 4,30 para una proporción minoritaria del total de importaciones. Se decretó la obligatoriedad de otorgar bono de transporte y dotar a las plantas industriales de comedores para los trabajadores, a fin de compensar parcialmente el efecto de la devaluación y eliminación de algunos subsidios sobre el ingreso real. En cuanto a política de precios, se eliminaron algunos subsidios significativos a fin de lograr incentivos en la producción y fijación de precios rentables para los productos de origen agropecuario. Restricción de las Importaciones, para proteger el producto nacional. La política fiscal diseñada se orientó en solucionar los problemas de déficit financiero. Se entró en negociaciones de refinanciamiento de la deuda externa, entre el 25 de julio y el 22 de septiembre de 1984. En febrero se restableció la política de tasa de interés. Fijación de tasas máximas para la activa y libre determinación para la pasiva. En junio se aplicó un sistema de tasas de interés más amplio, de manera de procurar niveles adecuados de ahorro interno. En febrero se acordó reducir de 9% a 6,50%, la tasa de redescuento preferencial del BCV sobre documentos procedentes del sector agrícola. En mayo se aplicó un encaje especial mucho más selectivo y directo, equivalente al 100% de la tenencia de activos en moneda extranjera por parte de la banca comercial. En diciembre se redujo de 16% a 15% la tasa anual máxima de interés o de redescuento que podían cobrar, en sus operaciones activas, los bancos comerciales. Se mantuvo abierto el otorgamiento de redescuento y anticipos, enfatizándose el desembolso a partir del segundo trimestre. Se agilizó el uso de operaciones de reporto como mecanismo de dotación de recursos a la banca. Las Operaciones de Mercado Abierto (OMA), estuvieron destinadas a adquirir títulos públicos en la Bolsa de Valores y en el mes de marzo se autorizó la emisión de bonos del BCV de corto vencimiento. Establecimiento de un encaje adicional selectivo y temporal, equivalente al 100% de las reservas excedentes de cada banco comercial que superasen el 4% del total de sus depósitos, con el fin de evitar que tales recursos fuesen utilizados en transacciones cambiarias.
La orientación de las políticas para 1985 fue de restricción de las Importaciones, para proteger el producto nacional, la política fiscal diseñada se orientó en solucionar los problemas de déficit financiero. Se entró en negociaciones de refinanciamiento de la deuda externa, entre el 25 de julio y el 22 de septiembre de 1984. Se restableció la política de tasa de interés. Fijación de tasas máximas para la activa y libre determinación para la pasiva, luego se aplicó un sistema de tasas de interés más amplio, de manera de procurar niveles adecuados de ahorro interno. Se acordó reducir de 9% a 6,50%, la tasa de redescuento preferencial del BCV sobre documentos procedentes del sector agrícola. Se aplicó un encaje especial mucho más selectivo y directo, equivalente al 100% de la tenencia de activos en moneda extranjera por parte de la banca comercial. Se redujo de 16% a 15% la tasa anual máxima de interés o de redescuento que podían cobrar, en sus operaciones activas, los bancos comerciales. Se mantuvo abierto el otorgamiento de redescuento y anticipos, enfatizándose el desembolso a partir del segundo trimestre. Se agilizó el uso de operaciones de reporto como mecanismo de dotación de recursos a la banca. Las Operaciones de Mercado Abierto (OMA), estuvieron destinadas a adquirir títulos públicos en la Bolsa de Valores y se autorizó la emisión de bonos del BCV de corto vencimiento. Se establece un encaje adicional selectivo y temporal, equivalente al 100% de las reservas excedentes de cada banco comercial que superasen el 4% del total de sus depósitos, con el fin de evitar que tales recursos fuesen utilizados en transacciones cambiarias. Se hizo hincapié en la creación de dinero primario a través del uso de redescuento y anticipo, así como de operaciones de mercado abierto a través de la adquisición de títulos públicos, emitidos en su mayoría con cargo a la Ley Habilitante. Se orientó una baja de la tasa de interés, con el objeto de dar un mayor estímulo a la demanda de crédito, como consecuencia de la acumulación de reservas excedentes en las instituciones bancarias. Se mantuvieron los programas de asistencia financiera a la banca hipotecaria y entidades de ahorro y préstamo; tales como:
- Mantenimiento de la renovación parcial de los anticipos garantizados con certificados de ahorro a la banca hipotecaria.
- Eximir temporalmente a dichas instituciones del compromiso de rescate de las cédulas hipotecarias en poder del BCV.
- De forma indirecta se mantuvo la orientación expansiva a través de la administración de la cartera de FOCOCAM y FOGADE.
La política de tasas de interés, se mantuvo el régimen establecido desde junio de 1984, basado en niveles mínimos para las tasas de interés pasivas y máximo para las activas. Se adoptaron reducciones en los niveles de las tasas de interés activas, a fin de estimular la demanda de créditos. Como consecuencia se redujo las tasas pasivas para garantizar el margen financiero para los distintos subsistemas de intermediación y se redujo la tasa de redescuento al pasar de 11% anual en febrero a 8% en octubre.
En general se espera que el proyecto de expansión del Canal de Panamá y una serie de megaproyectos inyecte mayor vitalidad a la economía y la impulsen a crecer de manera sostenida. Esto representa una oportunidad histórica para avanzar en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Pese al estatus de Panamá de país de ingreso medio alto en términos de su PIB, aún se mantiene como una sociedad de agudos contrastes. En parte debido a las severas disparidades educativas, más de un tercio de la población aún vive en la pobreza y alrededor de un 15 por ciento en la extrema pobreza. De hecho, en comparación con el resto de Latinoamérica, Panamá no ha tenido un desempeño favorable para aliviar la pobreza, la región creció a un ritmo más lento en los últimos años pero fue capaz de reducir la pobreza y extrema en un 28 y 41 por ciento, respectivamente.
Concluyendo que Panamá ha tenido algunos desafíos con respecto al desarrollo de un sistema de protección social más efectivo, y que ello es crucial para acelerar la reducción de la pobreza en Panamá. Es recomendable que para ampliar la base de potenciales beneficiarios, el país debe incrementar aún más la competitividad del sector privado y mejorar el acceso a la salud y educación. También será necesario un mayor énfasis en el desarrollo de talento y el estímulo a la innovación. Panamá enfrenta grandes desafíos para llegar a sus habitantes más pobres. Las comunidades indígenas que viven en zonas aisladas se han empobrecido en forma desproporcionada en comparación con el panameño promedio. Alrededor del 96 por ciento de los habitantes de las zonas indígenas vive en condiciones de pobreza y más del 84 por ciento en la extrema pobreza. Para hacer frente a estos desafíos, Panamá debe implementar varios programas para reducir la pobreza y aumentar el acceso a los servicios públicos. Por ejemplo, realizar un programa de transferencias monetarias condicionadas red de oportunidades que ofrezca un incentivo a las madres más pobres para que sus hijos puedan ir a la escuela y reciban servicios básicos de salud y nutrición. El Gobierno de debe mantener su apoyo a estos programas sociales y facilitar la inversión pública necesaria para generar empleo y oportunidades de desarrollo humano más allá de las tradicionales zonas urbanas. La administración de gobierno también debe utilizar recursos financieros adicionales para programas de protección social como a los jubilados que no están cubiertos por los programas de pensiones, y un programa becas justas que sean otorgados a estudiantes de primaria y secundaria en escuelas públicas con verdaderas y comprobables necesidades básicas.
En el periodo en estudio Venezuela culmina con la peor crisis económica/financiera en más de diez años, con lo cual el Gobierno que asume en febrero de 1984 debió tomar medidas de austeridad y reajustes, en un momento en e l cual los precios de petróleo caen y la crisis de la deuda externa se acentuaba en América Latina. Estas medidas dieron como resultado un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), el cual fue alimentado por una deuda externa y un déficit fiscal masivo, sin embargo este crecimiento se vio corroído por una creciente inflación a partir de 1986. Como pudo ser visto las largas contradicciones y problemas que aquejan a los países latinoamericanos son el producto de una organización interna poco favorable. Esta situación se desprende desde la continua dependencia que se llevó a cabo con la conquista española, desde entonces pocos han sido los factores que han permitido la consolidación de reglas y leyes propuestas por las personas originarias de un país. Si a esto le aunamos el hecho de que los Estados Unidos, claramente, ha creado una red muy compleja de países dependientes a él por medio de la imposición de regímenes militares o civiles, como lo hicieron en Venezuela, así como intromisión en la economía por medio de empresas transnacionales se entenderá, pues, la nula libertad que se permite para erigir un estado independiente y, a la vez, autosuficiente. Esta situación es muy remarcada cuando se veían afectados sus intereses por algún presidente o grupo social. En este sentido, se puede decir que Venezuela estancó sus reformas debido al imperialismo estadounidense que no le permitió su desarrollo hasta que, como se vio, los factores externos de la guerra que afectaron a los EU lo hicieron posible. En cuanto a distribución del ingreso, se concedió prioridad a los estratos poblacionales de menores recursos a fin de integrarlos a los beneficios del desarrollo, tanto por la vía monetaria como a través de la acción pública en la provisión de servicios sociales que contribuyan a satisfacer sus necesidades básicas. El estado asume un papel de promotor para estimular y canalizar el potencial creador de la comunidad y establecer nuevas formas de participación en diversas áreas de la actividad económica y social. La inversión pública se concentró en desarrollo del potencial petrolífero y en la expansión de otras fuentes energéticas, tales como la hidroelectricidad y el carbón, lo que ha exigido limitar la inversión en otros sectores para ajustarla a los recursos disponibles. Es innegable, entonces, que Venezuela figura como uno de los países latinoamericanos más ricos por su producción petrolera; sin embargo, dentro de él se vive la pobreza, expresada con la rebelión de grupos, y la marginación a la industria nacional. Los intereses extranjeros son los que reciben los dividendos más sustanciosos y los naturales de Venezuela sólo son parte de un eslabón en la capitalización de los estadounidenses. La continua fe en la extracción el combustible ha originado que Venezuela deje olvidados otros modos de producir capital como son la agricultura, la minería, la industria, entre otros.
Una recomendación importante en la búsqueda del pleno desarrollo de este país, es advertir que la tecnología y la innovación también es importante, y que para acceder a ellas se debe entender que son aportadas por los capitalistas extranjeros, que hacen también un gran negocio dentro de los países en los que logran vender. Venezuela no encontrará nunca la salida del subdesarrollo, pues si no se tiene en cuenta, en primer lugar, que el petróleo no es eterno y, en segundo lugar, con la intromisión de empresas transnacionales se auto eliminara de la competencia mercantil y productiva. La clave del éxito de una innovación no reside tanto en disponer de la tecnología como de la dirección del proceso de cambio tecnológico. Porque la verdadera ventaja que la empresa posee es su capacidad para reconocer señales del entorno que le alerten sobre amenazas y oportunidades, entonces se beben interpretar estas señales y definir una estrategia, adquirir o generar los conocimientos y recursos tecnológicos que necesite, implementar la tecnología elegida para aplicar el cambio y, finalmente, aprender de esta experiencia. La gestión de la innovación, al definir el modo en que todas estas actividades se integran, se convierte así en un instrumento directivo de primera magnitud, capaz de contribuir substancialmente al éxito y al desarrollo de la empresa.
Venezuela debe empalmarse en el vía del mejoramiento continuo, ya que es un proceso que describe muy bien lo que es la esencia de la calidad y refleja lo que las empresas necesitan hacer si quieren ser competitivas a lo largo del tiempo. Innovación no es más que el proceso de desarrollar algo nuevo que no solo sorprenda sino que también funcione para que luego pueda venderse en un mercado específico. Si incluimos dentro de nuestra cultura organizacional, la coexistencia controlada de la Mejora Continua y de la Innovación, tenemos garantizado el camino a la competitividad y por supuesto, al logro de los objetivos propuestos. Definitivamente Venezuela en la búsqueda de la innovación, debe perseguir un nivel de cambio radical, mientras que la mejora pretende realizar el proceso en la misma forma, pero con un nivel de eficiencia o efectividad más alto; aunque algunas veces las mejoras son insuficientes, aun cuando muchas veces sean deseables o incluso pueden ser lo que la organización necesite, por lo que debemos de analizar los esquemas actuales y establecidos y de ser necesario, debemos innovar. Lo más importante de todo esto es no ver a la mejora continua y la innovación como una forma o procedimiento laboral, sino como una forma de vida. Al hacerlo podremos crecer como individuos y por ende las organizaciones también crecerán.
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