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jueves, 20 de julio de 2017

UN ANÁLISIS SOBRE LA ANDRAGOGIA

   
   La presente indagación tiene como objetivo fundamental, analizar la educación superior para adultos, demostrando que pueden estar motivados a incursionar en una carrera profesional. Sin embargo, las estrategias de enseñanza versus aprendizaje son diferentes dependiendo de la edad del estudiante y que además no es exclusiva para los jóvenes que deseen una carrera profesional. Al hablar del aprendizaje del adulto, el proceso educativo se lleva a cabo desde un modelo andragógico.  

El estudio se enmarcó bajo la modalidad de una investigación con carácter informativo y descriptivo. El estudio está conformado por una serie de características del adulto en situación de aprendizaje: Conocer sus fortalezas y debilidades, tiene una visión globalizada de la realidad, razonamiento crítico y sistémico, es capaz  de conducir su aprendizaje. Un adulto es la conjunción de características biológicas, psicológicas, mentales, ergológicas,  sociales y jurídicas. 
En la actualidad se vislumbra un cambio de paradigmas en cuanto a la enseñanza y el aprendizaje en todos los niveles educativos, particularmente en el superior, ya que no basta que el individuo acumule un conjunto apropiado y suficiente de conocimientos pensando que le serán de provecho durante toda su vida y le permitirán enfrentar situaciones de diversa índole en su actividad profesional y social, por el contrario, precisa a los profesionales a formarse continua y sistemáticamente, de manera que sus competencias se actualicen arraigadamente. Asimismo, la planeación de las funciones sustantivas así como las estructuras curriculares de las universidades, buscan asistir el aprendizaje y el desarrollo de competencias en los estudiantes. 
Por lo general los autores que se dedican a estudiar Andragogía aceptan como características del adulto, entre otras, las siguientes: Persona capaz de: procrear, de asumir con entereza responsabilidades en torno a ciertos asuntos inherentes a la vida social y de tomar decisiones con plena libertad. El adulto que tiene una actitud abierta en su relación con las personas. La cooperación, los deseos de participar, la aceptación de los demás, las actividades de relación y la creatividad solidaria, son factores de suma importancia para lograr un aprendizaje andragógico. Esta práctica andragógica propicia y estimula situaciones difíciles con la finalidad de que los participantes, en vez de ser inactivos depósitos de  conocimientos y observadores sosegados se transformen en investigadores dinámicos, participativos, analíticos y críticos en diálogo permanente con el facilitador.

EL ADULTO Y SU APRENDIZAJE 

Cuando se habla de la práctica educativa del adulto, y en particular de su aprendizaje, se debe tener claro que se trata de un proceso de orientación versus aprendizaje en lugar de enseñanza versus aprendizaje; en él, los participantes interactúan en relación con aquello que se aspira aprender, en consecuencia, facilitadores y participantes requieren poseer características comunes de autenticidad, motivación, autocrítica, empatía, igualdad, interacción, ética y respeto mutuo. 
El adulto no llega “en cero” a un escenario de aprendizaje. En especial, si hacemos referencia a contextos de formación afines con su trabajo, trae consigo la experiencia laboral, también la de su vida personal y un trayecto por la educación formal. Los aprendizajes son distintos a lo largo de las etapas de sus vidas, ya que ellos también sufren cambios. En la etapa adulta, la participación en experiencias de formación acompaña a un conjunto de proyectos personales y familiares, su ubicación en el mundo laboral y un recorrido en la formación (en el sistema educativo formal o no formal). Como todo sujeto de aprendizaje, la edad y las características de la etapa en la cual se encuentra inciden en el interés que desarrolle por determinado aprendizaje, las posibilidades y limitaciones, los recursos de los cuales dispone, los ritmos y estilos.  Es por ello, que podemos decir que el adulto en rol de alumno es alguien que trae consigo el caudal de sus conocimientos y de sus experiencias anteriores. Cualquier propuesta de formación debe partir necesariamente de las situaciones de vida en que se encuentran los adultos. 
Las motivaciones del sujeto que aprende se conforman como: La motivación, los intereses y necesidades de los sujetos suponen algunas de las fuentes principales del aprendizaje. La fuente de esta motivación puede tener diferentes niveles de consciencia. En ocasiones el adulto busca participar de actividades de formación si tiene la percepción de que incidirá en la resolución de algún problema personal, familiar o profesional. También si la actividad le proporciona placer y bienestar. 
En general, en los adultos los intereses dependen de las características de esta etapa vital, de las situaciones personales y sociales, de los requerimientos del ámbito laboral, de las características individuales y del contexto sociocultural en el cual se encuentra. Algunas motivaciones personales por las cuales los adultos se acercan a las propuestas de formación se pueden centrar en: Mejorar su condición, satisfacer su curiosidad, desempeñar mejor su trabajo, enriquecimiento personal (resolución de problemas personales, sociales o familiares), clarificar sus relaciones interpersonales, entre otras.

Factores motivacionales del proceso de aprendizaje: 
  •       Factores de la situación vital del estudiante.
  •       Factores cognitivos y meta cognitivos.
  •       Factores motivaciones y afectivos.
  •       Factores relacionados con la interacción social.
  •       Diferencias individuales.
  •       Necesidad consciente de formación
  •       Interés por los contenidos de la propuesta de formación.
  •       La fuente de motivación en el diseño formativo y los materiales
  •       La fuente de motivación en la acción docente.
  •    La posibilidad de que éstos puedan ser conscientes de su aprendizaje y los procesos de mejora.
  •       El desarrollo profesional como fuente motivacional.
  •       La fuente de motivación en el trabajo colaborativo. 


EL ADULTO Y SUS CARACTERISTICAS EN SITUACION DE APRENDIZAJE

Los psicólogos precisan conceptualmente que la motivación es la necesidad o el deseo que activa y además dirige nuestro comportamiento. Es indudable que para alcanzar una meta, las personas deben tener suficiente activación y energía, un objetivo claro y la capacidad y disposición de emplear su energía durante un período de tiempo lo suficientemente largo para poder alcanzar su meta.

Existen diversas conceptualizaciones, teorías y clasificaciones para la motivación, por ahora se tendrán en cuenta los dos tipos de motivación existentes que pueden influir en la motivación para el logro: La motivación intrínseca y la extrínseca.
      Motivación intrínseca: Se refiere al deseo de ejecutar una conducta y de ser efectivo por propio interés.
  Motivación extrínseca: Es el deseo de ejecutar una conducta a causa de las recompensas prometidas o el temor al castigo.

Realizando una breve contextualización sobre  las necesidades y características del adulto, la adultez es alcanzada cuando ocurre una integración de lo biológico, psicológico, ergólogico, social, y jurídico. Una conjunción de factores, un crecimiento individual que acerca al sujeto a su máxima expresión como ente activo y proactivo. El adulto asume una aptitud de búsqueda constante de resultados finales en preeminencia sobre las satisfacciones inmediatas más propias de edades más tempranas. Por ejemplo: Observando la adultez, que  puede ser dividida en: Temprana con basamento en la competitividad; media que se fundamenta en procesos cognitivos más elaborados, basados en la experiencia y seguridad; y tardía en donde el uso masivo de la experiencia, selecciona la información en un proceso de actividad intelectual en donde se pasa por el contenido y se culmina o se aplica al contexto.

El adulto que aprende, es capaz de crear ambientes educativos propicios para el aprendizaje, y en la actualidad, gracias al empleo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación es posible generar procesos de enseñanza versus aprendizaje que favorezcan el desarrollo integral del ser humano. Esta es la razón por la que  Lindeman (1989) habla de las claves del aprendizaje en los adultos como: El adulto se motiva a aprender cuando tiene necesidades, La orientación para aprender se centra en la vida, Tiene necesidad de autodirigirse profundamente y, Las diferencias individuales se incrementan con la edad.

El aprendizaje en el estudiante adulto consiste en procesar información variada; para esto, la organiza, la clasifica y luego realiza generalizaciones de manera efectiva; es decir, aprende por comprensión, lo cual significa que primero entiende y después memoriza; en consecuencia, el adulto aprende en forma opuesta al proceso correspondiente en los niños y adolescentes.

La Andragogía debe ser considerada el basamento de la educación de adultos y más aún en la educación a distancia, por tanto sus carga curricular e Instruccional es diferente a la pedagogía acostumbrada en la educación tradicional. La Andragogía es un conjunto de técnicas de enseñanza encauzadas a enseñar personas adultas, en oposición de la pedagogía. Actualmente se considera que la educación no es solo cuestión de niños y adolescentes que son también parte de educación permanente. El hecho educativo es un proceso que actúa sobre el humano a lo largo de toda su vida, porque su naturaleza permite que pueda continuar aprendiendo durante toda su vida sin importar su edad cronológica.

La Andragogía está basada en tres principios: la participación donde el estudiante participante puede tomar decisiones en conjunto con otros estudiantes participantes y actuar con estos en la ejecución de un trabajo o de una tarea asignada; horizontalidad se revela cuando el facilitador y el estudiante tienen características cualitativas similares (adultez y experiencia), y la flexibilidad donde los adultos, al poseer una carga educativa y formativa, llena de experiencias previas y cargas familiares o económicas, necesiten lapsos de aprendizaje acordes con sus aptitudes y destrezas.

APRENDER A APRENDER

Aprender a aprender supone disponer de habilidades para iniciarse en el aprendizaje y ser capaz de continuar aprendiendo de manera cada vez más eficaz y autónoma de acuerdo a los propios objetivos y necesidades. Esta competencia tiene dos dimensiones fundamentales. Por un lado, la adquisición de la conciencia de las propias capacidades (intelectuales, emocionales, físicas), del proceso y las estrategias necesarias para desarrollarlas, así como de lo que se puede hacer por uno mismo y de lo que se puede hacer con ayuda de otras personas o recursos.

Por otro lado, disponer de un sentimiento de competencia personal, que redunda en la motivación, la confianza en uno mismo y el gusto por aprender. Significa ser consciente de lo que se sabe y de lo que es necesario aprender, de cómo se aprende, y de cómo se gestionan y controlan de forma eficaz los procesos de aprendizaje, optimizándolos y orientándolos a satisfacer objetivos personales. Requiere conocer las propias potencialidades y carencias, sacando provecho de las primeras y teniendo motivación y voluntad para superar las segundas desde una expectativa de éxito, aumentando progresivamente la seguridad para afrontar nuevos retos de aprendizaje

Para aprender a aprender se deben poner todos los sentidos en la actividad a realizar, es decir, se trata de un proceso que involucra mente y cuerpo, integrando así todos los sentidos. De esta manera se asegura que el aprendizaje será adquirido y traducido en un cambio real en la persona que lo realiza. Una buena forma de integrar todos nuestros sentidos en el proceso de aprendizaje es “aprender haciendo”. De esta forma se reafirman los conocimientos adquiridos contrastándolos con la realidad de manera inmediata. Cuando nos referimos al proceso de como aprender a aprender debemos incluir necesariamente la aplicación en el mundo real de lo recientemente aprendido. Quizás esta forma de abordar el “como aprender a aprender” se encuentre algo distinta a lo actualmente usado en la educación tradicional donde lideran las clases presenciales principalmente.

Las personas que han tenido éxito en esta clase de aprendizaje se caracterizan por identificarse con la abundancia de cuatro atributos que han servido como herramientas mentales sencillas y potenciadoras del aprendizaje, y esos atributos son: grandes aspiraciones, conciencia de si mismos, curiosidad y vulnerabilidad. Es hora de comenzar a cambiar la forma de aprender  y crear un nuevo método tradicional. Mientras utilicemos el método tradicional podemos aplicar estrategias y técnicas que pueden ayudarnos a mejorar en gran medida nuestro proceso de aprendizaje.
             
En concreto el adulto vuelve al proceso educativo-formativo, y lo hace con expectativas de aumentar sus competencias, enaltecer su acervo cultural y académico, y con la esperanza de su propia realización personal y profesional. Sin embargo  es pertinente caracterizarlo según lo biológico; es un individuo con un desarrollo anatómico, fisiológico y reproductivo. En lo psicológico ya es un ente activo en el uso de las funciones intelectuales, emocionales, cognitivas, desarrollando una inteligencia acorde a la madurez cronológica.  Es capaz de pensar sobre sí mismo, y acá ocurre su acercamiento con lo social cuando incluso piensa sobre los demás y sobre el entorno común, cuando se hace partícipe de procesos laborales (trabajo u oficio) y en la identificación cívico-política. 

El adulto hace la escogencia,  dentro de la necesaria y constante educación continua, de la educación a distancia es impulsado por factores económicos, geográficos, familiares, sociales, etc. y en ocasiones estos factores son estímulos para la actuación y finalización de dichos estudios, aun cuando las capacidades cognoscitivas no son idénticas a momentos anteriores, pero es impulsado por la responsabilidad y la valoración de los esfuerzos propios.

No cabe la menor duda de que en la actualidad, la incorporación de las Tecnologías de Información y Comunicación ha generado nuevos enfoques educativos necesarios para hacer frente a grandes desafíos, centrados en entornos de aprendizaje. Se sabe que los estudiantes ponen de relieve como aspectos positivos de la educación virtual: la carencia de límite espacial y temporal, el estudio independiente, la ausencia física del profesor, la comunicación con expertos, el acceso a redes de información y el desarrollo de competencias para el manejo de la informática. Sin embargo el incursionar en esta modalidad es otra forma de contribuir en el desarrollo con respecto a la formación integral de profesionistas, los cuales tendrán un impacto mayor en su economía y en el de la región en el momento de insertarse en el ámbito laboral. 

Finalmente, es importante resaltar que al parecer los factores motivacionales como expectativas, valor que se le da a la tarea, afecto, entre otros, ejercen una mayor influencia en la implicación cognitiva del estudiante en el aprendizaje y por lo tanto, en el rendimiento académico frente a los factores cognitivos como conocimientos previos, estrategias de aprendizaje y estilos de aprendizaje.